Exportar fuera no es tarea sencilla, pero tener su centro productivo localizado en Extremadura hace que tenga que enfrentarse a numerosos retos, si aún no lo hace.
Logística internacional
Si la venta es importante, la logística es uno de los factores clave. Ya no nos referimos solo a cómo va a transportar su producto o qué puerto utilizar, sino a las complicaciones que va a encontrar debido a la carencia de infraestructuras de Extremadura, lo que incrementará notablemente el precio del servicio.
Es muy importante que su departamento de exportación tenga experiencia en estas cuestiones para facilitarle el trabajo todo lo posible.
Falta de recursos humanos
La despoblación de las zonas rurales en Extremadura es un problema que se agrava a medida que avanza el tiempo. Este hecho conlleva que encontrar personal formado y con experiencia dispuesto a vivir en pueblos pequeños, cada vez más desprovistos de servicios sociales y de ocio, sea una tarea compleja.
Dificultades para salir de la zona de confort
Si bien es cierto que a los extremeños no nos falta coraje y valentía para invertir en maquinaria, personal y mejora de producto, la inseguridad para enfrentarnos a nuevos mercados hace que sigamos la tendencia histórica de vender nuestros productos de calidad óptima a empresas más grandes que se encarguen de comercializarlos en otras comunidades autónomas. De esta forma, tanto las empresas como nuestra región pierden la oportunidad de poner nuestro sello al producto final, así como los márgenes derivados de la comercialización. No olvidemos la ventaja añadida que ofrece estar en contacto directo con el mercado.
Viajes comerciales
Cuando finalmente decide que ha llegado la hora de realizar un viaje comercial para visitar a sus clientes potenciales, a la ilusión e incertidumbre se suma la ardua tarea de llegar al destino según lo previsto. Si su vuelo es a primera hora de la mañana, tendrá que conducir de madrugada al aeropuerto más cercano (a no menos de 150-200 kilómetros de distancia) con la tensión de tener que llegar, como mínimo, noventa minutos antes de su vuelo y prever un margen de tiempo por si surgiera algún imprevisto. Una vez entrega el coche, factura maletas y pasa controles, llega, come algo y embarca, estará deseando cumplir los deseos de las azafatas: «¡disfrute del vuelo». Aterrizaje, dejar el avión, recoger maletas y coger el coche de alquiler. Prepárese, por fin, para llevar a cabo el propósito de su viaje: primer día de reuniones. Imagine por un momento lo que hubiera sido esta situación en Madrid, Lisboa o Sevilla: coger un taxi y llegar al aeropuerto. De la vuelta ni hablamos…
Visita de clientes
En algunos casos, sus clientes querrán visitar sus instalaciones y conocer cómo trabajan. Piense cómo va a explicarles que el aeropuerto de Badajoz no tiene vuelos internacionales y que tampoco podrá desplazarse por tren desde Sevilla o Lisboa y que, si lo hace desde Madrid, puede correr el riesgo de no llegar. Podría optar por el autobús, teniendo en cuenta que tardará más en recorrer 200-300 kilómetros de lo que ha durado su vuelo. Si su empresa no está cerca de las ciudades principales de Extremadura, descarte la opción de recomendarle el coche, pues algunas de nuestras carreteras secundarias ofrecen altas posibilidades de sufrir un accidente.
Estos son algunas de las innumerables dificultades que sufre la empresa extremeña a la hora de exportar. Como podemos ver, la mayor parte de ellas están intrínsecamente relacionados con la falta de infraestructuras y medio de transportes adecuados que faciliten los desplazamientos tanto de mercancías como de personas. Por eso es de gran importancia no decaer en la lucha para conseguir el Corredor Sudoeste Ibérico que tanto necesitamos.